10 septiembre, 2009

Sábado 29 de Agosto, Outeiro - Santiago de Compostela

KILOMETROS: 18,01 ; KMS ACUM : 493,71
TIEMPO : 1:39:09 ; TIEMPO ACUM: 41:00:51
MEDIA : 10,93 Km/h
ASCENSO : 405,56 m ; DESCENSO: 389,24 m
ALTURA MAX.: 299,70 ; IBP: 30,00

Como la noche fue larga, lo mismo que la etapa del día anterior, nos levantamos alrededor de las 9 de la mañana. Hacemos unos kilómetros para poder desayunar y lo hacemos si prisas pero con ganas de llegar a Santiago. Yo estoy nervioso, pues la meta está a la vuelta de la esquina. Un sueño que llevo tras de él unos años, se va a cumplir. Ibamos a subir el Pico Sacro, pero la ganas de llegar a Santiago, y la unión del cansancio de la etapa anterior y la fiesta, hizo que desistiéramos en subir al Pico Sacro.

Parecía que nunca íbamos a ver las torres de la Catedral, y al verlas fue un subidón. Tuvimos que desviarnos del camino oficial ya por dentro de la ciudad, pues una calle estaba en obras. Llegamos a cruzar el río Sar, junto a la Colegiata, y comenzamos la última subida, y encima en dirección prohibida, yo me lo tomé con filosofía y la subí andando. Al final de la subida llegamos a la rua da Fonte do Santo Antonio, y en esa calle, Fernando recordó que allí se había hospedado en una residencia universitaria. Hicimos las gestiones oportunas, y cerramos el hospedaje y después tomamos dirección hacia la plaza del Obradoiro. Todos dejaron, que yo abriese la marcha hacia la plaza, es un detalle que agradezco en el alma. Crucé la plaza con la cabeza baja, dirigiéndome al palacio del Gobierno Gallego, y cuando llegue a las columnas, giré y levante la vista. Me baje de la bicicleta y me senté en el suelo, apoyado en una columna, allí me llevé un cuarto de hora. Miles de pensamientos, recuerdos y sensaciones se agolpaban en mi mente.
Tras las fotografías de rigor, fuimos a la oficina del peregrino, para que nos pongan el último sello del camino, y retirar la compostelana.

Tras la visita a la oficina del peregrino el grupo se separa, pues el Niño (Pepe), iba a seguir el camino hasta Finisterre. Nos despedimos y quedamos seguir en contacto para intercambiar fotografías.
Tras el correspondiente aseo personal, nos fuimos a almorzar, y llamé a Rafa (Cejik), para que me recordara el lugar donde su grupo lo había hecho. Fue un almuerzo normal y reponedor, pues ibamos a dejar la celebración para la cena. Tras el almuerzo, nos dirigimos hacia la Catedral para dar el abrazo al Apóstol. Ibamos a aprovechar las horas de la siesta, pues la afluencia de peregrinos es menor y las colas también. Todos dimos el correspondiente abrazo y visitamos la tumba del apóstol Santiago. Vimos también un Santiago a caballo en la batalla de Clavijo, que nos recordó la imagen de Santiago de nuestro pueblo.
Luego dedicamos la tarde, en comprar los regalos para la familia y al descanso. A eso de las 8, dimos una vuelta, y nos dedicamos en buscar el lugar para la celebración. En la rua do Franco, fue donde dimos cuenta de los manjares del mar gallego. Después nos tomamos una copa, y empezaron las despedidas. Mañana a las 8:30, Jesús toma un avión para Barcelona, entonces nos despedimos de Jesús, hasta la próxima.

1 comentario:

GABY69 dijo...

Que grande eres Manolo. me he sentido importante leyendo tus relatos. Gracias por ser como eres, no cambies nunca. y ya sabes el año que viene como las natillas, repetimos!