30 septiembre, 2009

Epílogo



Después de un mes de haber acabado la peregrinación, que había comenzado allá por Septiembre de 2007, y habiéndola dejado inconclusa en El Cubo de la Tierra del Vino y vuelta a iniciar en Salamanca durante este pasado Agosto, quisiera hacer unos breves comentarios.


Tengo que hacer constar, que Fernando ha sido un magnífico compañero de viaje, además de ser un viejo amigo.


Que tuvimos suerte en encontrar gente muy enrollada, en el año 2007, fueron Javier y Jorge, con los cuales sigo manteniendo contacto.



Y este año con dos granadinos, Salva y Gaby y un barcelonés, Jesús.



Tengo que agradecer por partida doble a Luis (Salamanca), que nos recibió en el 2007 y nos despidió en el 2009.

Y también a los amigos del foromtb, que me llamaron dándome ánimos e indicaciones.

También quiero decir, que me queda una espinita clavada, pues no pude hacer ni un kilómetro con mi compadre (Chema). Espero que en el futuro podamos compartir un camino.

Ha sido una peregrinación que me ha servido para mucho, para disfrutar de la soledad y disfrutar de parajes que en mi vida creía que me iba encontrar montado en un bicicleta.
Y no quiero olvidar a mi amigo Manolo (Mosto), que hemos estado entrenando este invierno y la primavera juntos, y me ha enseñado bastantes cosas de la bici y muchas nuevas rutas.

Ah, a mis hijos y a mi mujer, que han aguantado mis días de entrenamiento y de camino.


Y para terminar, quiero hacer mi aportación sobre los albergues.

Me gustaron mucho y estaban muy bien, el de Fuente de Cantos, el Albergue Turístico Las Veletas en Cáceres, la casa de Doña Elena en Carcaboso y el albergue de Fuenterroble de Salvatierra. Todos estos en el 2007.
En 2009, el albergue Casa Anita en Santa Croya de Tera, el albergue Casa Luz en Puebla de Sanabria, y los tres albergues gallegos, Laza, Orense y Outeiro.


Seguiré escribiendo este blog, pero con más pausa, siempre y cuando haya algo que merezca la pena contarse.